El pequeño comercio coruñés sufre una doble reestructuración desde 2008. Entonces se produce un goteo de cierre de locales por la coincidencia de dos factores que se alinearon en el tiempo: la entrada de la crisis de consumo que llega hasta hoy… y la entrada de cuatro grandes centros comerciales en el área metropolitana más pujante de Galicia. ¿Un área de medio millón de habitantes puede soportarlo? ¿Puede con más de 300.000 metros cuadrados de superficie de venta adicionales sin que tenga consecuencias? La respuesta va camino de convertirse en sí… con matices. Si miramos lo que está ocurriendo en el resto de España, con pequeñas excepciones, vemos que es muy similar a lo que ocurre aquí. Cierres por las bajas ventas, restricción de crédito que hunde a muchos emprendedores, competencia de grandes superficies… lo que en un paseo por las principales calles del norte del país nos muestra una visión similar a la coruñesa. ¿Ha sido motivado por esos nuevos cuatro grandes centros comerciales? Pues con los datos en la mano, y viendo la compleja situación en la que se encuentran algunos de ellos, es posible que sea proporcional. A esto sólo lo salva la particular economía de una comarca que es la que registra el menor paro de Galicia. Eso puede ser un indicador que hace que se mantenga «viva» y reaccionando mejor que otras partes de Galicia. Los altos valores de pib/percápita hacen obviamente el resto.
Los agoreros se regocijan en las caídas -algunos medios creen que vende igual que el morbo o las tragedias- pero parecen escondidos cuando la curva comienza a elevarse y la situación a mutar. A Coruña parece marcar un pequeño cambio y ahora ésto ocurre en zonas donde antes nadie daba un euro por establecerse. ¿No será un espejismo? En los últimos años hemos venido oyendo que la calle Real y perpendiculares como Torreiro morían por la fuga de muchas tiendas hacia otras zonas, centros comerciales, o bien simplemente caían por la crisis y la competencia de un mercado saturado. ¿No será que el mercado se autorregula y adapta a los tiempos que corren?. Unos cierran, otros abren. Nadie hablaba de la falta de renovación, del sempiterno cambio de los letreros que junto con los cables afean la principal calle de la ciudad terriblemente. Tampoco se hablaba de la ausencia de una estrategia de marketing, publicitaria, de idiomas, vamos… que un poco de autocrítica también era necesaria. Los fantasmas de mediados de los 80 volvían -entonces fueron El Corte Inglés, Cuatro Caminos, Alcampo o Continente-. Del mismo modo San Andrés o la calle del Orzán se hundían. Aquí el caso era bien distinto, el carril bus parecía tener culpa -nada más lejos de la realidad y el tiempo ha puesto las cosas en su sitio-. Nadie miraba a los propietarios de muchos locales y sus rentas inamovibles, a lo vetusto de ellos -incluso había quien echaba de menos la Cafetería Savoy!!!-, a su modelo de negocio o de la falta de atractivo urbanístico de una zona sin un diseño urbano actual y noble. La revolución ¿podría ser su semipeatonalización? Parece que pronto lo conoceremos, pero con el retraso de años sobre otras ciudades de Galicia y del resto del país. Llega un «look» a San Andrés acorde con su utilización. El caso de la calle del Orzán ya es de estudio, una peatonalización mal hecha -que sí, que no… que mal realizada-, la falta de rehabilitación de gran parte de edificios, y el golpe más fuerte de la crisis para el tipo de comercio que allí florecía, terminó por matarla o hacerla migrar a su paralela, curiosamente, la maldita San Andrés.
Hoy San Andrés y aledaños están tomando el relevo de la calle del Orzán y ve como han migrado hacia ella muchos negocios que los antiguos alquileres hacían inalcanzables. Pero lo más fuerte se registra a lo largo de toda la Zona Comercial Obelisco. ¿Qué ocurre si unos 20 locales abren en cuestión de menos de tres meses? ¿Es la revolución de los pequeños? ¿Cómo luchan contra los grandes centros comerciales? La noche blanca de mañana es una de las fórmulas. El que se queda parado, esta vez no sale en la foto. El pequeño comercio… ahora ¿toma de nuevo el control?