Quien habla de una sobreexposición de espacio comercial en la Gran Coruña, puede tener en Elviña el primer caído. Es cierto, no es un centro comercial al uso, ni siquiera un gran espacio, se trata de un centro de unos 8.000 m2 de sba dotado de una distribución un tanto extraña -exterior e interior- que siempre le ha supuesto un handicap. El segundo problema, nacer con dificultades cuando hace 10 años había que convertir un mercado decadente en otra fórmula comercial de éxito y a partir de 2008 soportar una crisis de consumo muy fuerte y la competencia del resto de aperturas. El tercero, la mala fortuna con las enseñas que lo inauguraron finalizando diciembre de 2005. PC City, su principal motor, al márgen del mercado y el supermercado Gadis del otro ala, «migraba» a Marineda City con su inauguración el año pasado, para cerrar un mes despues por la desparición de la compañía en nuestro país. Hace unas semanas se le unía otro cierre importante, la otra gran tienda que abrió con el centro comercial, Adolfo Domínguez. En este caso, no sólo es posible que incidieran las bajas ventas, sino el plan de futuro que la compañía ourensana tiene diseñado para salir de la compleja situación económica en la que se encuentra y que no traerá sólo como consecuencia el cierre de este punto sino la reorganización de otros en busca de una mayor competitividad. La primera planta del centro comercial siempre tuvo muy baja ocupación y la forma de acceder a ella desde un principio planteó inquietud a los usuarios. Del mismo modo, el diseño del parking, con ausencia de promociones vinculadas a las compras y su curioso diseño que te lleva al exterior, no consiguió el beneplácito del público. Perfumerías Arenal ahora mismo, es la gran tienda superviviente a todo lo que está ocurriendo en el centro que ya no podemos denominar como tal, sino un super y un mercado… con una pequeña galería comercial donde sólo se puede aspirar a pequeños espacios para operadores telefónicos y casi nada más. La terraza con su restaurante chino promete alegrías de verano cuando el sol lo permite. La Consellería de Traballo e Benestar en febrero de 2011 hizo el resto. Se quedaron con aquella primera planta de escasa ocupación y marcaron el cambio de utilidad de este espacio comercial. Hoy, con la caída de AD, se cierra una etapa y se abre el camino a la final reconversión del centro en un nuevo entorno donde pesa lo administrativo -no olvidemos el edificio de la Xunta en frente-. Recuerdan cuando a comienzos de la pasada década el centro incluso iba a contar con 1.276 butacas de cine?