Este año, Camelias Centro Comercial, hermano de Cuatro Caminos, ambos bajo un diseño de Superco, llega a la mayoría de edad y ha de plantear cual es su futuro. Inaugurado en 1994 vivió sus momentos dorados en la década de los 90 cuando gozaba de plena ocupación, Inditex y distintas marcas premium -joyerías, calzados…- ocupaban sus locales junto a una nutrida representación hostelera. Un supermercado Claudio en su planta baja y el Virgin Megastore en una doble planta superior lo ponía en el mapa gallego «in».
Con 7.106 m2 de superficie, 400 plazas de parking y dispuesto para albergar unos 60 locales, Camelias pronto se mimetizó con la Plaza de América, y aunque disponía de la mitad de espacio que su hermano coruñés, gozó siempre de un público fiel, quizá también por la sensación acogedora y de cercanía que transmitían sus tiendas. La década 00 fue dura y provocó los primeros cambios importantes, la salida de la multinacional inglesa del ocio, el cambio de Claudio por Gadis… y ya rozando los años 10 la desaparición de su tienda -en dos plantas- de electrodomésticos, la de discos, algunos negocios hosteleros y otras tiendas que llevaban desde el principio en el centro como Roberto Verino y otras multimarcas como la prestigiosa La Base. Muchos cambios que marcarían su destino presente.
La eclosión de nuevos centros comerciales durante esa década y la llegada de una virulenta crisis de consumo desde 2008 hicieron el resto. Muchos locales acabaron por cerrar y dejaron tocado al centro comercial. La década de los 10 es la de la reinvención. Este, es el de la mayoría de edad de Camelias y la estrategia pasa por afianzar los establecimientos que dan dinamismo comercial como Gadis, que hace nada reformó todo el supermercado, las distintas enseñas de Inditex -que deberían renovar su diseño porque de él depende la atracción de clientes desde otras localizaciones actualizadas-, Bimba & Lola… y locales históricos como Arezo para provocar la remontada. El trabajo en marketing, con su página web -que debería ser más dinámica-, también en Facebook y otras redes sociales, junto a un buen número de actividades, darían una mejor proyección a una infraestructura que debería sobrepasar la dimensión delbarrio.